Mientras mi hermana agonizaba yo le leía un libro de sanación intergeneracional. Si!, mi hermana se moría de leucemia como mi abuela y como tantos tíos que ni conocimos. Pero por más que rezaba para que la sangre purificadora de Jesucristo limpie y pase por el cuerpo de Paula, ahí estaba...en su sueño profundo, en algún lugar de su corazón junto al Padre, así como le pedí que nos esperara (antes de que la durmieran) mientras los médicos batallaban para sacarla adelante.
Herencias de suicidios, de esquizofrenia, de abortos... Y cómo no creer en las causalidades de la herencia espiritual si ...Papá había perdido a su mamá cuando tenia 10 años, mi hermana tenía 10 años cuando falleció él y su hijo mayor cumplió 10 años a sólo 3 meses de su muerte. Mi abuela tenía leucemia y había practicado abortos, su madre había perdido embarazos y los dos primeros embarazos de mi hermana terminaron en abortos naturales. Podría seguir escribiendo tantos otros datos... pero a estas alturas pienso en aquellas familias con la inclinación a los divorcios, aquellos que por generaciones son golpeadores o víctimas de ellos...y así podría continuar...karma? en cristiano yo diría: Cruces.
Entonces ¿qué puedo yo hacer?, me pregunté y me puse a rezar de esta manera:
Señor, se que nos amás y que nos llamaste a la vida a cada uno por nuestro nombre: Esos nombres que repetimos de manera inconsciente de generación en generación: en honor "al abuelito", o porque simplemente se nos susurró en el corazón. Reencarnación? no!!! HERENCIA. Hoy te pido especialmente que nos liberes.
Hoy vengo en nombre de mi familia y de los que amo. Tomo y uso la autoridad que me das a través del Espíritu Santo y rompo el poder del mal sobre mis antepasados, los de mis hijos y sobrinos. Yo me pongo en contra de las ataduras espirituales y del alma y sus efectos, corto la trasmisión de esos enlaces a través de mis antepasados.
Te alabo y te ruego que derrames toda clase de bendición para nuestra familia. Señor que tu sangre sea la única sabia que fluya a través de estas ramas y que nuestro árbol enraíce profundo en la tierra fértil de tu Ser Divino para que se rompan todas esas fuerzas negativas que suprimen la vida y que tengamos vida plena.
Porque tendremos los ojos de papá, la nariz de mamá, la sonrisa del bis abuelo, la tes de alguna tía...Nuestra vida Señor te pertenece. Somos tuyos. Nuestro pasado nos condiciona, pero son nuestras opciones las que nos determinan y hoy quiero pedirte por este bendito árbol, por este cuerpo, por esta familia... Te la encargo Señor, mi guardián: te consagro a cada miembro y cada brote nuevo, cada vida nueva que sea tuya desde ahora, para que cuando vengas a llevarte lo que te pertenece lo lleves repleto de frutos y de flores.