martes, 16 de agosto de 2022

Las palabras

   La nomenclatura nace de una necesidad que tiene el ser humano de nombrar las cosas. Y si hay algo q necesitamos es poner en palabras lo q sentimos, lo q nos pasa, lo que nos hacen. Las cosas q amamos. Las personas. TODO tiene nombre, título, carátula. 
   De pronto una psiquiatra, un médico q te dice q no le gusta dar diagnósticos te priva del derecho a saber que características tuyas se parecen o no a ciertas otras que tienen tantas otras personas. 
   Conocer acerca de lo que te está pasando y ver qué otros también lo experimentan te hace sentir más acompañada, más comprendida. Aún si la enfermedad o el conjunto de síntomas está en diagnóstico. 
   La psiquiatría parece tener cierto pudor o cierta resistencia a dar diagnósticos, aventurarse a decir por ejemplo que tenés un trastorno bipolar o que podrías tenerlo les da más adrenalina, temor o timidez que dar una serie de pastillas para aliviar tus síntomas. 
   Son tan retisentes a decirte que podes tener tal o cual cosa, o que ellos creen q podrías tener ésto o eso otro. No vayan a equivocarse. Pero atacan los síntomas con una clara dirección que les hace pensar que podrías tener algo que ellos sí estudiaron, con sus respectivos nombres y sus características particulares. 
   El resultado a esa apuesta por unos remedios u otros, por un tratamiento particular determinaria el acierto o NO a ESO que pensaban y que prefieren no compartir con pacientes y familiares.
   "No te conozco lo suficiente". "No me gusta dar diagnósticos apresurados, necesito mucho tiempo para hacer una evaluación y darte una respuesta." "Tenés un conjunto de síntomas que afectan tu equilibrio emocional."
   Entonces te llenan de pastillas si estas no fucionan prueban otros fármacos y si tampoco van bien existen numerosos  medicamentos, con muchos nombres que apuntan a diversos diagnósticos y síntomas, que tienen también muchísimas advertencias y contraindicaciones, cómo efectos adversos. 
   "No leas los prospectos". Me dice. "No todo lo q dice ahí les pasa a las personas que lo toman. Lo q pasa es que la industria farmacológica se tiene que resguardar". Y ahí está la clave. Dar un diagnóstico, aventurarse a decirte que cree que podrías ser bordlaine, esquizo, tener un trastorno límite de la personalidad o ser narcisista...
....Esas cuestiones no se dicen. Porque afectarían al paciente? Porque atentan contra la forma en la que la sociedad, la familia y tu entorno te miran o porque el profesional se expone a un error? Una mala praxis a partir de un mal diagnóstico. 
   De repente te tira un: "yo no sé si tu papá pudo haber sido mal diagnosticado y tener otra cosa que no sea una esquizofrenia." 
   "Sabe que? Yo tampoco. No sé que tuvo como tampoco se que tiene mí mamá ni que tengo yo. Tampoco sabíamos que le estaba afectando a mí hermana cuando la internaron y durante 10 días no hubo un diagnóstico."  Podria ser lupus, podría ser cualquier otra cosa. Pero murió de una leucemia hemolítica aguda, o así nos dijeron y nombrarlo me da cierta paz.         Claramente tengo miedos, cada vez que me hablan de cáncer o leucemia o esquizofrenia tiemblo como esa nena de 5 años y medio que quedó huérfana de padre, porque siento mis raíces enfermas. Preciso podar esas raíces y no sé si es posible o no. 
   Ayer me enteré que existen unas macetas que son como tejidos, en vez de plástico rígido o cemento. Éstas tienen la particularidad de hacer "autopoda" de raíces. No necesitaría entonces que estemos sacando a la planta y cortando sus raíces, de manera tan traumática para la pobre, ya que al llegar a zonas con más luz la raíz se seca de manera natural.     Entonces la analogía que hizo mí mente fue inmediata.  ESO es lo que nos da paz cuando conocemos los diagnósticos y aprendemos acerca de nuestros familiares y antepasados. Cuando queremos conocer nuestras raíces y echar luz sobre aquellas sombras. 
   Quizás sea más fácil si podemos poner en palabras lo q sentimos, lo que nos pasa y leer acerca de otras personas que experimentan cosas similares. A lo mejor sea más práctico ver q si estamos condenados a cargar ciertas condiciones o tendencias a enfermar. El conocimiento, la lectura, la investigación y otras experiencias nos ayuden a cuidar nuestro interior, nuestro físico, nuestro espíritu, nuestra mente y sanar con o sin tratamiento. 
   Ya no tengo fuerzas para oponerme como antes a los fármacos y a la ciencia médica. Acepto q exista y hago los tratamientos q los doctores me manden. Pero sigo teniendo un huracán dentro que me impulsa a buscar en lo profundo y fuera otras opciones más naturales. A preguntarme si será momento de hacer podas o no. 

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